Llueve
Llueve.
Las gotas caen y el “clap-clap” afuera de la ventana suena tanto en la capital como en el puerto.
Recordándome que mis dos mundos hace no mucho tiempo eran sólo uno.
Pero esa vez estaban unidos por algo mucho más real que este aguacero tardío.
Algo que ya no está, se esconde, se escapa y me niega la tranquilidad de a poco todos los días.
Me niega.
Esa unión es casi solo recuerdos.
Llueve.
Me tranquiliza. Sana mi insomnio.
Hace que todas las canciones suenen mejor.
Pero ya no está.
Ella es igual de intermitente que la lluvia en este año de sequía.
2 comentarios:
Y está lluvia sabrá lo que provoca ?
es algo que siempre me lo he preguntado.
Debería saberlo, también lee por aquí.
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