Perdóname, pero...
No soy yo, créeme, te lo juro. Y yo nunca juro, eso lo sabes bien.
Es el otro. Ese que tiene mi cara y huele mejor que mi.
Ese que llega una vez cada seis meses y pisotea mis castillos de arena.
Solo que esta vez se quedó más tiempo y ahora lucho contra él.
Pero créeme, es el otro, no soy yo.
Es ese que me convence que es el dueño de mi vida, mi personaje principal, mi mejor caracterización.
Es ese que le aulla a la luna y hace que la melancolía se sienta hasta bien.
El que puede subsistir con una vida en base a carroña y el muy gracioso me invita a cenar noche por medio.
El del pelaje brillante y aliento a soledad que llama la atención de las chicas en las fiestas.
Como lo hizo contigo para luego irse de vacaciones por un hermosa temporada.
Pero, nena, de verdad, no soy yo, es él.
Solo que esta vez el tipo tomó un viaje solo de ida y se quedo a hacerme compañia
Pero no me mires tan mal, no temas. Recuerda que esto no es nuevo.
Recuerda que esto pasa porque una vez más no quisiste quedarte aquí.
Recuerda que tú pateaste la jaula, le soltaste las patas y lo llamaste a jugar.
Y que no supieras esta vez no es una excusa.
Pero no temas, okey?
Tomara mi lugar solo durante un tiempo, no demasiado largo.
Tán solo el suficiente para lamerme las heridas. Para sentirme algo egoísta otra vez.
Para mirarte sobre el hombro tal como lo merecemos.
Hasta que tu cuerpo sea espejo de las cicatrizes en el mio.
No temas, es sólo un tema de compañia.
Recuerda que no soy yo.
Yo ya no estoy aquí.